Has elegido rechazar las cookies basadas en consentimiento que utilizamos principalmente para gestionar la publicidad. En adelante, para acceder a nuestra web tienes que elegir alguna de las siguientes opciones.
Premium
3,99 €/mes o 39,90 €/año
Sin publicidad y mucho más
Plus
Por 9,99 €/mes
Contenido exclusivo y sin publicidad
Si has cambiado de idea, puedes aceptar las cookies y continuar usando iVoox de forma gratuita.
Con tu consentimiento, nosotros y nuestros 813 socios usamos cookies o tecnologías similares para almacenar, acceder y procesar datos personales, como tus visitas a esta página web, las direcciones IP y los identificadores de cookies. Algunos socios no te piden consentimiento para procesar tus datos y se amparan en su legítimo interés comercial. Puedes retirar tu consentimiento u oponerte al procesamiento de datos según el interés legítimo en cualquier momento haciendo clic en ''Obtener más información'' o en la política de privacidad de esta página web.
Nosotros y nuestros socios hacemos el siguiente tratamiento de datos:
Almacenamiento y acceso a información de geolocalización con propósitos de publicidad dirigida, Almacenamiento y acceso a información de geolocalización para realizar estudios de mercado, Almacenar la información en un dispositivo y/o acceder a ella , Datos de localización geográfica precisa e identificación mediante análisis de dispositivos , Publicidad y contenido personalizados, medición de publicidad y contenido, investigación de audiencia y desarrollo de servicios , Uso de cookies técnicas o de preferencias.
Comentarios
"... para que se aprovechen de mí, no me importa", dice usted. ¿Pero se ha parado a pensar que el Amor empieza por quererse a uno mismo? ¿Qué ese "aprovechamiento" conlleva un parasitismo del que un buen cristiano debe protegerse? Estas ideas, repetidas hasta la saciedad en tantas interpretaciones del Evangelio, hacen mucho daño porque la persona empática y entregada asume el abuso, como del que daba muestra ese niño no tan inocente a mi parecer, por sentir que Cristo nos ama. Él nos ama queriéndonos y respetándonos a nosotros mismos, huyendo de quienes nos dañan y no exponiéndonos como masoquistas. Expliquen esto a los niños que se están formando, por favor, y eviten tantos adultos confundidos entre estas dos fuerzas. Hace unos dias el mismo Cristo nos decía en Mt 7, 6; 12-14: No deis lo santo a los perros, ni les echéis vuestras perlas a los cerdos; las pisotearán y luego se volverán para destrozaros. Tratad a los demás como queréis que ellos os traten; en esto consiste la ley y los profetas. ¿No lo dejó claro? La vida no es un paseo por Disneylandia, aunque Le llevemos dentro.
Hoy el centurión te pide un favor para tu siervo, basta con una palabra tuya. Que fe tan grande! Yo querría ser como tú, darme a todos sin descanso, sin tiempo para mí. Dejar de ser yo para ser Tú. Ser otro Cristo, también explicarlo a los demás. Tremendo! #10MinutosconJesús