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Comentarios
Juanito, solo el título me ha puesto los pelos de punta. Gracias.
“Tú eres mi esperanza, oh Señor Soberano Jehová, mi confianza desde mi juventud.” (SALMO 71:5.) MEDÍA casi tres metros, así que no sorprende que los soldados de las líneas de batalla israelitas tuvieran miedo de enfrentarse a él. Semana tras semana, todas las mañanas y todas las tardes, el gigante filisteo Goliat se burlaba del ejército de Israel y lo desafiaba a enviarle un campeón que luchara con él. Finalmente, el desafío fue aceptado, pero no por un guerrero, sino por un simple muchacho: el joven pastor David, quien en comparación con su oponente se veía aún más pequeño. De hecho, ¡quizá pesaba menos que la armadura y las armas de Goliat! Aun así, se enfrentó al gigante y se convirtió en un símbolo perdurable de valor (1 Samuel 17:1-51). 2 ¿De dónde provino el valor de David? Veamos unas palabras que seguramente escribió él mismo en sus últimos años: “Tú eres mi esperanza, oh Señor Soberano Jehová, mi confianza desde mi juventud” (Salmo 71:5). En efecto, desde joven había puesto toda su confianza en Jehová. Cuando se enfrentó con aquel gigante, le dijo: “Tú vienes a mí con una espada y con una lanza y con una jabalina, pero yo voy a ti con el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de las líneas de batalla de Israel, a quien tú has desafiado con escarnio” (1 Samuel 17:45). Mientras que Goliat confiaba en su imponente fuerza y armamento, David se apoyaba en Jehová. Teniendo al Señor Soberano del universo de su parte, ¿por qué debería ceder al temor a un simple hombre, sin importar lo bien armado que estuviera. Mi simple frase favorita es : si mi Creador se deleita en mi , ¿de que he de temer ?
Joder, puedo agradecer cada día el haberme cruzado contigo en la vida.
Gracias