Alberto Fuguet (Santiago, 7 de marzo de
1964) es un periodista, escritor y cineasta
chileno.
Su familia se fue a Estados Unidos poco
después del nacimiento de Alberto, que
vivió en Los Ángeles (California) hasta
cumplir los 11 años de edad. Llegó en 1975
a un Chile sitiado por la dictadura de
Augusto Pinochet.
El quiebre que eso
significó - porque ni siquiera hablaba
español- volcarse al mundo de los libros
como una forma de conocer su nuevo idioma e
incorporarse a un núcleo social
radicalmente distinto al que conocía. En
varias entrevistas ha comentado que el
primer libro que leyó en español fue
Papelucho, de Marcela Paz, que más tarde
sería una tangencial pero importante
influencia para la construcción del
protagonista de su primera novela.
Tras estudiar un año de sociología, se
titula en periodismo la Universidad de
Chile. Columnista, crítico de música y
cine, novelista y guionista, Fuguet ha
influido en muchos escritores
contemporáneos gracias a su oposición al
realismo mágico latinoamericano y por su
apuesta por una literatura más real y
urbana. Latinoamérica, para él, no se trata
de "tucanes parlantes y abuelitas volando"
(imagen caricaturezca que tienen los
extranjeros acerca de la literatura del
cono sur del continente), sino de una
realidad más fuerte que ha tratado de
plasmar en sus textos.
Muestra de ello es la recopilación de
cuentos de varios autores McOndo, que editó
él mismo y que dio origen al grupo
literario del mismo nombre. Esto, además de
sus constantes referencias a la cultura pop
norteamericana (cine, rock y televisión),
han hecho que sus detractores lo llamen
"extranjerizante", cosa que no ha
disminuido su influencia. Su prosa ágil,
llena de referencias, ha sido creada
gracias a su aguda observación del habla
urbana, además de su dominio del inglés
como lengua que habló durante su infancia.
su primer libro de cuentos, Sobredosis
(1990) fue todo un éxito en su país natal,
pero su consagración llegó con su novela
Mala onda, que trata de un joven
santiaguino y sus vivencias bajo un Chile
dominado por el régimen de Pinochet.
A esta
le siguieron Tinta roja y Por favor,
rebobinar, una novela sorprendente por su
estructura y sus personajes. Todos sus
personajes pertenecen al mundo
metropolitano de Santiago.
En 2003 lanzó su
libro semiautobiográfico Las películas de
mi vida, en la que un sismólogo analiza su
vida mediante los filmes que lo han
marcado. La novela gráfica Road Story,
basada en un cuento de Cortos y ilustrada
por Gonzalo Martínez, se publicó por
Alfaguara en 2007 y es tal vez la primera
novela gráfica chilena emitida por una casa
editorial importante. Ha destacado, desde
principios de la década de 1990, como punta
de lanza de la llamada Nueva Narrativa
Chilena.
En 1999, Fuguet fue elegido por la revista
Time y la CNN como uno de los 50 líderes
latinoamericanos del nuevo milenio.
Su novela Tinta roja fue llevada al cine en
2000 por el peruano Francisco Lombardi. Uno
de los sueños del escritor siempre fue
dirigir su propia película, cosa que logró
en el 2005, con Se arrienda (ya había
escrito el guion original de Dos hermanos,
dirigida por Martín Rodríguez).
La
película, con Luciano Cruz-Coke y Francisca
Lewin en los papeles principales, relata la
historia de un joven semiadulto que
enfrenta los conflictos propios del
abandono del hogar paterno en la edad
intermedia, las primeras decisiones
profundas y una que otra desilusión. Fue
parte de una ola de nuevo cine chileno que
incluyó a Play de Alicia Scherson, En la
cama de Matías Bize y Fuga de Pablo
Larraín. La banda sonora de Se arrienda fue
compuesta por Andrés Valdivia y Cristián
Heyne.
En 2011 ganó el premio al mejor
largometraje nacional en el Festival
Internacional de Cine de Valdivia con
Música campesina. Comentando su éxito,
declaró: «Nunca quise ser escritor, siempre
quise ser cineasta. Y creo que ahora lo
logré».
En una entrevista dada en noviembre del
mismo año, Fuguet adelantó que su cuarto
largometraje se llamará Sudor, lo rodará en
Ioquitos y su coguionista y protagonista
será Pablo Cerda.
Fuguet había pensado escribir una secuela
de Mala onda, cuya primera parte debía
entregar a mediados de 2011 de acuerdo a
las condiciones de la Beca de Creación
Literaria del Consejo del Libro que había
ganado para esos fines, pero renunció
finalmente a la nueva novela, que incluso
tenía ya título: Matías Vicuña, como el
personaje de la obra que le dio fama. Él
explica así su decisión de abandonar el
proyecto: "No me veo escribiendo ni
terminando esa novela. Matías Vicuña ya
cambió la voz.
Me interesaba hablar del hoy
y no siento que el personaje pueda llegar a
hablar del hoy".3 Antes Fuguet había
pensado llevar la novela al cine, e incluso
alcanzó a rodar algún episodio.
Ha estado a cargo del Diplomado en Cultura
Audiovisual Contemporánea de la Universidad
Alberto Hurtado, dirigido a guionistas y
gente que trabaja en cine.
Fuguet declaró a mediados de 2011 que creía
que las redes sociales eran un nuevo tipo
de droga y aseguró no tener cuentas ni en
Facebook ni en Twitter, porque temía que no
lo dejaran crear.
En noviembre del mismo
año terminó con su blog Apuntes Autistas.
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