“Muchos buscan el favor del generoso, y cada uno es amigo del hombre que da” Proverbios 19: 6
Yo recuerdo de niño escuchar a mis padres decir un viejo refrán muy popular: “El amor y el interés se fueron al campo un día y más pudo el interés que el amor que te tenía”. La verdad logré entenderlo ya siendo adulto, cuando la vida me enseñó circunstancias que no siempre son agradables. Personas que me buscaban no porque me querían, mucho menos me amaban, sino que me buscaban porque yo tenía algo que a ellos los podía beneficiar.
Se supone que en la vida cristiana no surjan cosas así, ni mucho menos que las personas busquen a otras por interés. Quisiera decir que no acontece, pero la verdad... en algunos casos, aun es más fuerte el interés que el amor.
En el libro de Levítico capitulo 19 vemos algunos preceptos, entre ellos el verso 15: “No harás injusticia en el juicio, ni favoreciendo al pobre ni complaciendo al grande; con justicia juzgarás a tu prójimo”
Nuestro Señor Jesucristo enseñó tantas cosas respecto al amor y la transparencia en las relaciones. Inclusive ubica en segundo lugar de los mandamientos el amar al prójimo.
“Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos” Marcos 12: 30-31
Es difícil encontrar un ser humano que no sea interesado. Pero ya por eso no podemos justificarnos, sino que por el contrario debemos de pensar más en los demás que en uno mismo. Voy a mencionar algunos ejemplos que suelen suceder:
? A Carlos le gusta salir con Juan y Mario, porque Mario siempre paga la comida.
? Lucrecia y Carmen son muy amigas, porque Lucrecia le pinta las uñas y no le cobra.
? Rubén se lleva muy bien con su primo Arnulfo porque cuando Rubén necesita el vehículo, Rubén se lo presta.
? Rosa ama a la pastora Maria, porque la pastora le da la oportunidad de estar en el altar.
¿Qué pasaría si estas personas no recibieran el beneficio de la otra parte?
Si Mario no pagara la comida, ¿Carlos saldría con ellos? O Si Lucrecia le cobrara a Carmen por pintarle las uñas, ¿Carmen seria siempre su mejor amiga?
No siempre en las relaciones existe amor verdadero, pero si en casi todas las relaciones existe interés. Estos ejemplos que acabo de mencionar pueden suceder en ambas direcciones. Ya sea que la persona A busque a la persona B, por interés, o viceversa.
Bien lo dijo el apóstol Pablo en la carta a los romanos “Así que, los que somos fuertes debemos soportar las flaquezas de los débiles, y no agradarnos a nosotros mismos. Cada uno de nosotros agrade a su prójimo en lo que es bueno, para edificación”
Hoy es un día para reflexionar, si realmente lo que estamos haciendo es por amor o por interés. Te compartimos este versículo:
“Ninguno busque su propio bien, sino el del otro” 1 Corintios 10:24
Para leer mas reflexiones vaya www.diosproveera.org/wp
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