El Camino de Santiago, en La Décima Puerta

La mochila del viajero espiritual es pequeña y está ligada a él mismo…
Ser viajero espiritual significa abrir los ojos hacia tu mundo interior y comenzar a experimentar una realidad diferente que te llevará a descubrir lugares fascinantes, llenos de vida y de luz. Significa haber adquirido el grado de valentía necesario para descubrirte a ti mismo y aceptarte como eres, que puedes observar el mundo que te rodea de otra manera y ante todo, que estás dispuesto a conectar con tus orígenes. Todos podemos hacerlo, es tan sencillo como abrir el corazón.

Si decides ser viajero espiritual has de comprobar bien tu equipaje, pues… cada situación, cada pensamiento, cada momento en tu vida tiene un peso específico, y no podrás cargar mucho a tu espalda, razón por la cual deberás dejar atrás aquello que más pese. La decisión no será fácil, pero debes viajar libre y dejar que tu espíritu vuele hacia el infinito.
Cuanto menos peso lleves, más fácil será el viaje. Los seres de luz abren todas las puertas, pero tú tienes que cruzarlas y el peso te lo impedirá, alivia tu mochila de viajero aliviando tu vida. Quítate el peso del rencor, de la tristeza, la pena, los conflictos… y mete en tu mochila de viajero todas tus ilusiones, tus fantasías y aquellas cosas bonitas que no pesan y que te ayudarán en la vida. Llena tu mochila de amor, de alegría, ilusión, de buenos momentos, de risas, de paz… Al quitar todo el peso superfluo, tu mochila de viajero solo contendrá aquello que necesites y será tan ligera que equilibrará tu vida.
Relájate, concéntrate y siente que la energía fluye dentro de ti.

Cambia tu manera de pensar, busca siempre el lado positivo de las cosas, intenta vivir cada día relajado y da un giro bonito a tu vida haciendo aquello que deseas y que te mereces. Dedícate tiempo a ti mismo, trata a los demás como te gustaría ser tratado y perdona como te gustaría ser perdonado. Abandona lo que te pesa, hazte responsable de tus cosas, toma las riendas de tu vida y decide por ti, aquello que te conviene, recuerda que siendo feliz podrás hacer más felices a los que te rodean.

Confía en tus posibilidades porque tú lo puedes todo. Confía en ti y en tu poder para hacer que todo cambie. Las respuestas y las soluciones a tus problemas están en tu mano, solo tienes que descubrirlas. Al abrir tu corazón verás muy claro el camino correcto, y ya no habrá lugar para el miedo o la duda porque cada vez que des un nuevo paso avanzarás más hacia tu felicidad. Solo tú sabes lo que buscas y donde encontrarlo. Una de las virtudes del viajero espiritual es ser uno mismo, debes creer en lo que sientes y actuar con humildad.