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Con permiso de mi esposo: felizmente casada

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Descripción de Con permiso de mi esposo: felizmente casada

sexo pareja relato Yola cornudo


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Hola saludos a todos y todas, la historia que les quiero compartir es algo que me pasó hace unos días con un vecino mío. Antes les aclaro que no soy gay aunque siempre he fantaseado con que un hombre me haga el amor. la verdad siempre he pensando y he creído que tengo un cuerpo algo femenino ya que estoy piernudo y nalgon, y en ocasiones uso tangas y minifalda y la verdad me veo súper wow...!!!!! Me voy a presentar, mi nombre es Esteban Macías, tengo 38 años, soy de Puebla y trabajo en un banco de cajero, soy casado desde hace 10 años y les comento que mi esposa sabe de mi gusto por las prendas femeninas inclusive ella misma me las compra. Mi esposa es algo tranquila en el sexo y en diversas ocasiones fantaseamos con la idea de que yo tuviera un romance con otro hombre nos calentamos mucho con esas fantasías que terminábamos haciendo el amor con un consolador. Pues bien, resulta que ese vecino que tengo es un tipo chaparro, moreno y drogadicto llamado Juan, por lo que su forma de ser es grosero, sucio, tosco y despota. Mi vecino, siempre ha sospechado que soy gay y siempre me ha dicho piropos “estás bien buenota, nalgona, mamacita, yo se que te gusta y algún día te voy a meter toda la verga, etc. cosa que a mi siempre me ha molestado y en ocasiones hasta casi nos agarramos a golpes y aún así no deja de decirme esas cosas groseras y cachondas. En cierta ocasión, yo salí como a eso de las 11:30 de la noche a sacar basura al jardín trasero y en esa parte hay algo de luz de un poste de la calle y se ilumina bastante, esa vez traía puesto bajo el short unas tangas hermosas, brazier y minifalda, ya que acomodé la basura, se me hizo fácil observar mis blancas y torneadas piernas bajándome el short hasta los talones para que quedara al descubierto la minifalda, tenía chuleandome mis piernotas y mis nalgotas unos minutos cuando de pronto pasó lo que en pesadillas solo había pasado; “ME DESCUBRIERON”, escondido tras unos matorrales estaba mi vecino Juan drogandose y había observado todo lo que había hecho, se me acercó diciéndome frases extremesedoras sobre lo que me había visto hacer.....!!!!!! “Mamazota que sabrosa estás, yo sabía que si te gustaba, pero ahorita te voy a coger, te voy a meter toda la verga” quise correr, pero la verdad estaba totalmente paralizado de la impresión y nervios al verme descubierto. Se me acercó sacándose su verga, la pelaba y resaltaba esa cabezona prietísima y brillante, la sacudía y tras observarla noté que era enorme y gruesa, algunos 15 centímetros y estaba dormida, jamás pensé que mi vecino chaparro prieto y feo tuviera semejante camote. Cuando llegó a mi lado, esa verga estaba totalmente parada y dura, parecía que le iban a reventar las venas y que el Cabezon que tenía le iba a explotar, yo estaba como hipnotizado viendo tremendo garrote y no percibí que ya lo tenía a mí lado y solo reaccioné cuando sentí su vergota entre mis piernas, quise sacarme para hacerme a un lado y meterme a mi casa pero mi vecino no me lo permitió, me abrazó por la cintura y me fue empujando hacia la barda donde estaba un poco más oscuro y en el trayecto logró hacerme a un lado el brazier que traía puesto y comenzó a mamarme las chichis, yo empecé a forcejear pero sin hacer mucho ruido ni escándalo ya que temía despertar a los vecinos y peor a mi esposa, al llegar a la barda, les confieso que ya iba súper excitado y más cuando se me puso por detrás y me abrazó sintiendo ese camoton que me lo restregaba en mis nalgas por encima de la minifalda. Sin soltarme, sin dejar de manosearme besaba mi cuello y a la vez empezó a separarme las piernas y bruscamente bajó mi tanga de hilo dental que traía puesta, al notar que mis tangas eran de hilo, se enloqueció y me bajó la minifalda hasta a las rodillas y comenzó a besar mis nalgas güeras y paraditas, yo estaba a mil por hora de caliente y para ser sincero ardía en deseos de que ya me metiera esa verga enorme y prieta que en un primer momento me parecía fea y asquerosa; pero que ya se me hacía hermosa y sabrosa, siguió mordisqueando mis nalgas, de pronto hizo algo que terminó por desarmar mi voluntad, empezó a meter su lengua entre mis nalgas hasta llegar a mi hoyito que ya lo sentía algo dilatado del deseo que sentía por que me la metiera TODA.....!!!!! Escupía su saliva en la entrada de mi hoyo para lubricarme y para lograr mejor lubricación, me metió uno de sus dedos que estaba áspero y roñoso pero a mí no me importó por lo que empecé a parar mis nalgas y a agacharme más invitándolo a que me penetrara, casi le ruego para que lo hiciera, pero para mí fortuna entendió lo que yo le estaba pidiendo, dejó de lenguetearme y se paró, se bajó sus pantalones y observé lleno de asombro, miedo y algo de gusto como quedaba su enorme verga negra totalmente parada llena de líquido seminal, empezó con la punta de su verga a darme un riquísimo masaje en mi hoyuelo y cada vez que la pasaba por la entrada me recorría por todo el cuerpo, una sensación muy placentera, pasaba por mi espalda y terminaba en mi hoyito, y me hacia para atrás arrepegandomele tratando de que me la metiera ya. No le tomó mucha importancia a lo que yo hacía y el seguía dándome ese rico y desesperante masaje hasta que con voz casi temblorosa y despacio le dije YA....!!!!!! el obedeció y empezó a intentar meter su enorme vergon, se dificultaba mucho ya que la cabeza era muy gorda, en cada intento que hacía por meterla, yo aflojaba el cuerpo y claramente sentía que entraba de a poquitito y con cada intento me recorría esa ola de sensaciones por toda la espalda hasta bajar a mi colita, así continuó por unos instantes dándome pequeños pero fuertes piquetes y en cada uno de ellos lograba meter poquito de su tremenda vergota acompañados de esa fuerte sensación de placer que me estaba enloqueciendo ya con casi media verga adentro . Yo estaba como trabado y por cada intento de meterla, yo solo repetía “YA MMMM....!!!!” “YA MMMM....!!!!”. De pronto paró en sus intentos por metérmela y me tomó fuertemente de las caderas y en un movimiento preciso, duro y directo, logró meterme toda su enorme vergota negra, al tiempo que solo logré decir un entrecortado YAAAAA....!!!!!! Ahhhhhh...!!! Mmmmm....!!!!!!!! Una vez con toda la verga dentro de mi, quise comprobar que tan adentro la tenía y por entre mis piernas metí mi mano hasta tocar mi hoyito ocupado que para estos momentos era ya un hoyote y lo primero que toqué fueron sus huevotes que los tenía casi pegados a mi ya que sentía sus pelos rozar mis nalgas, con la punta de mis dedos pude tocar el tronco de su verga enorme, el se quedó quieto recostado encima de mi diciéndome al oído “calma así vamos a estar por un ratito para que te acostumbres a mi verga, luego de un momento de estar quietos, sentí que empezó a moverse y a sacarme poquito su verga y meterla toda de nuevo, al principio lentamente y poco a poco comenzó a tener un ritmo fenomenalmente frenético y sabroso; mete y saca, mete y saca primero de a poquito y después media verga fuera y toda para adentro, yo estaba embrujado con esa deliciosa cogida que me estaba dando ese enano mariguano sucio y grosero que para mi sorpresa me lo hacía súper sabroso y en silencio. Para mi asombro me di cuenta que el muy sin vergüenza había puesto una piedra para subirse y así estar a mi altura y podérmela meter toda, también noté con sorpresa que mi pene no se había parado, lo tenia dormido pero lleno de babilla por la excitante y calenturienta experiencia que estaba teniendo. Después de unos minutos de estarla metiendo y sacando, la sacó totalmente, toda fuera y de repente me la apuntó hacía mi hoyo y de un solo movimiento me la volvió a meter toda hasta el tronco con toda la facilidad posible y sin dolor alguno pero eso si, con muchísimo placer. Y de nuevo reanudamos el mete y saca, media verga fuera y de nuevo toda para adentro sintiendo muy riquísimo como me golpeaban sus huevos, así estuvimos por algunos minutos en esa frenética repetición de sacar y meter esa enorme y sabrosa verga negra. De pronto sentí como se abrazó y aferró fuertemente a mi espalda al mismo tiempo que empezó a inundarme por dentro de chorros y chorros de leche espesa y caliente lo que hizo que yo también soltara la leche de mi pene dormido y al tiempo en que estaba terminando, sentí claramente como mi hoyito mordisqueaba su verga a lo que con mucho gusto mi vecino Juan me decía frenético que yo tenía perrito y que eso le gustaba muchísimo, pienso que esto sería lo más cercano a un horgasmo femenino. Después de llenarme con su leche empezó a sacarme su verga ya un poco fláccida, rápido se puso su ropa y yo seguía recargado en la pared aun adormilado por todo lo que me había pasado cuando me dijo que me subiera mis tangas y que cuidara de que no se me saliera su leche, que así me fuera a dormir, que yo debía pasar la noche con su recuerdo dentro de mi. Al vestirme de nuevo y darme la vuelta, no logré ver a mi vecino Juan y lo único que pude hacer fue irme a mi cama todo tambaleante y sin poder asimilar la tremenda cogida que mi vecino el drogadicto me había dado. Pasaron los días y en varias ocasiones me he encontrado con mi vecino, solo se limita a saludarme; yo por mi parte no pierdo la esperanza de tener otro encuentro similar con mi vecino Juan.

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