Queridos amigos, un cambio mucho más impactante para la humanidad que el de Benítez por Zidane en el banquillo galáctico, está a punto de producirse en los libros escolares de ciencia. El posible descubrimiento de un nuevo planeta del Sistema Solar, podría cambiar de nuevo la famosa retahíla que comienza con Mercurio y que hasta hace unos años acababa en Plutón, como aquella que empezaba por Iríbar y finalizaba con Rojo I. Tras descubrir el planeta enano Eris en el cinturón de Kuiper, o sea, súpermega enano, Michael Brown, el hombre que mató a Plutón, y Konstantin Batygin, el cómplice necesario para la perpetración del delito punible, proponen la existencia de un planeta del tamaño de Neptuno, para satisfacción del cholismo. No contentos con asistir indiferentes al asesinato de Plutón, la Unión Astronómica Internacional, la UAI, ratifica la ofensiva calificación de planeta enano, descendiendo además a Plutón a la categoría de plutoide, escogiéndolo también como prototipo del género de objetos transneptunianos llamados plutinos. Pues seguro que a los plutones no les parecerá tan guay. Con un volumen de casi 60 tierras orbitando alrededor del Sol, entres 600 y 1.200 veces más lejos que la Tierra, el planeta número 9 entra en el terreno de juego, describiendo una excéntrica y exagerada órbita de unos 15.000 años, amén de poseer 10 veces más Messi, perdón, más masa que el vilipendiado Plutón verbenero.
Se sabe desde hace tiempo que existen extrañas maniobras arbitrales, perdón, orbitales, debido a la perturbación gravitatoria de un hipotético planeta gigante nunca visto hasta ahora, por lo que se cree que el nuevo planeta pudo ser injustamente expulsado lejos del Sol al espacio profundo hace miles de millones de años, como consecuencia de un empujón gravitatorio de Júpiter, que ni tan siquiera vio la tarjeta amarilla. Según el estudio publicado por el Astronomical Journal, los científicos pluticidas han realizado sus cálculos usando modelos matemáticos de 90x60x90, que simulan el Sistema Solar, lo que no es ninguna novedad en astronomía, pero afirman que son los más precisos realizados hasta la fecha. Además, señalan que las posibilidades de que todo sea una casualidad son de una entre 15.000, como por ejemplo, si el Eibar ganara la Liga o el Leicester, la Premier, concluyeron ufanos y llenos de alegría. Buenas tardes, y saludos cordiales.
Comentarios