Queridos amigos,
Tras el duelo a muerte fratricida de cuartos de final de la Champions, en que los colchoneros murieron con las botas puestas ante sus vecinos comandados por el tridente de la BBC, el bueno, el feo y el malo, y por otra parte, la eliminación sin perdón del París Saint Germain a manos y a pies del Barça, los dirigentes merengues y culés se encomendaron al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, le llamaban Trinidad, para que en semis les tocara la Juve.
Cometieron dos errores, uno por cada equipo.
Con un par de enfrentamientos más, este año llegaríamos hasta los 7 magníficos partidos del siglo con el consiguiente y grandilocuente bocado millonario que echar a las arcas de ambos clubes. Además, con la sugerente posibilidad de derrotar a tu máximo enemigo. Y si no, al fin y al cabo, la muerte tenía un precio.
Hablando de precios, la UEFA puso a la venta a través de su web, las entradas para la final para el público en general, por un puñado de dólares.
Los precios oscilaban entre los 70 y los 390 euros, con la posibilidad de adquirir dos entradas por 140 €, una de adulto y otra de niño, para 2 hombres y un destino.
Las solicitudes que se podían realizar hasta que llegó su hora, las 6 de la tarde del día 23 de marzo, están gravadas además con 10 € cada una solicitada desde Alemania, o 20 € desde fuera del país teutón.
A lo que todo afortunado en el correspondiente sorteo de las mismas debe añadir el desplazamiento, bien a través de un grupo salvaje en una compañía aérea de low-cost, en un medio terrestre como la diligencia, vía fluvial surcando el río Bravo, o los más atrevidos, haciendo dedo sólo ante el peligro.
En definitiva, la banca siempre gana, y la UEFA con todos nosotros siempre anda bailando con bobos..
Buenas tardes, y saludos cordiales.
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