“Queridos hermanos, quiero que sepan que lo que me ha pasado, más bien me ha ayudado a anunciar la buena noticia. Todos los guardias del palacio, y el resto de la gente, saben que estoy preso por servir a Cristo. Además, al saber que estoy preso, la mayoría de los hermanos se ha animado a anunciar el mensaje de Dios, sin miedo y con más confianza en el Señor Jesucristo. Es cierto que algunos anuncian la buena noticia porque de veras quieren ayudar: aman a Cristo y saben que Dios me ha dado la tarea de defender la buena noticia. En cambio, hay otros que lo hacen sólo por competir conmigo, o porque me envidian. Y esos que me envidian no la anuncian con sinceridad; lo hacen porque son egoístas y sólo quieren crearme más problemas aquí en la cárcel” Filipenses 1: 12-17 Traducción en lenguaje actual (TLA)
Durante el tiempo que el apóstol Pablo estuvo recluido en una prisión romana, escribió una de las cartas donde la motivación a los hermanos a continuar predicando el evangelio de Jesucristo tenía que ser el motivo y la prioridad de todo creyente, aun cuando existieran conflictos, críticas y acusaciones.
Pablo tenía enemigos dentro del mismo pueblo judío, que estaban molestos porque él les ofrecía la salvación de Jesucristo a los gentiles, y les enseñaba que era por gracia y no por ley. Aun así el apóstol no usó su carta para atacar o defenderse, por el contrario lo hizo con amor y alentando a los hermanos de la iglesia. También existía un grupo que siempre señalaba a Pablo por sus enseñanzas, estas personas predicaban solo ley, y no gracia. Al día de hoy muchas personas siguen con esa mentalidad de esclavitud religiosa, y como no son felices, pasan señalando, criticando y siempre con el dedo acusador. En la carta a los Filipenses Pablo identificó las personas que querían competir con él o que lo estaban criticando y eso era porque le tenían envidia.
Debemos de seguir predicando a Cristo, y hacerlo con amor, no con crítica, teniendo en cuenta que esto puede provocar enojo y celos entre las personas legalistas y religiosas extremistas. No olvides que el único que condena es Satanás.
Hoy te compartimos estos versículos:
“No tengan miedo de sus enemigos. Si ustedes se comportan con valentía, verán que ellos serán destruidos y ustedes serán salvados, porque Dios les dará el triunfo. Dios les ha dado a ustedes el privilegio de confiar en Cristo, y también de sufrir por él” Filipenses 1: 28-29 Traducción en lenguaje actual (TLA)
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