En este momento que este servidor escribe, está entrando el primer convoy con ayuda humanitaria a Guta Oriental, Siria, después de que hace días se aprobara el alto al fuego. 400.000 civiles atrapados y sin poder recibir ayuda, muriéndose de hambre, sin medicinas, con las viviendas roídas.
Cuatro años, y demás caos que hacen de aquello un infierno, pero eso, era hasta ayer. Hasta ayer, el alto al fuego declarado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) el 24 de febrero pasado, no había servido de nada para rescatar a los miles de civiles, porque cuando se abría el corredor humanitario ordenado por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU), los terroristas abrían fuego para no dejar escapar a la población.
Hoy por fin, la caravana con ayuda para 27.500 personas, está alcanzando Duma, la principal ciudad de Guta Oriental, a una docena de kilómetros de Damasco. Rusia informó de un acuerdo con los diferentes grupos terroristas para que entendieran que si hay una tregua debían detener el fuego y plomo.
El informe divulgado por la agencia Interfax dice que el Ejército ruso afirma que los terroristas han prometido que dejarán salir a los civiles de Guta Oriental, que no les dispararán, a cambio de recibir ayuda humanitaria.
Así, los cientos de miles de civiles, podrán empezar a evacuar. El corredor humanitario parece que hoy tiene luz. Aprovechando esta tregua, tal como lo confiesa el propio presidente sirio, Bashar al-Asad, el Ejército sigue rodeando el área de Guta desplegando decenas de tanques de combate.
Ha recuperado ya alrededor de un tercio de las zonas de terror donde los grupos terroristas y rebeldes mandan y se disputan el poder. “La mayoría de los ciudadanos de Guta Oriental quieren salir de las zonas de los terroristas para ser acogidos por los brazos del Estado. Mientras haya personas que quieran salir de esa región debe haber treguas para abrir corredores. No hay contradicción entre la tregua y la operación militar. Los recientes avances logrados por el Ejército de Siria se produjeron durante esta tregua”, apunta el presidente de Siria.
Pero mientras el Gobierno da cuenta de la situación crítica y trágica en esta zona, Occidente, Europa, Estados Unidos y sus noticieros dan cuenta de lo contrario, al acusar precisamente al presidente Al-Asad de cometer una masacre y un castigo colectivo en Guta Oriental.
“Guta Oriental es desde entonces objetivo de bombardeos de la aviación siria y la rusa, así como de la artillería gubernamental, que han causado la muerte de al menos 695 personas, de acuerdo al último recuento del Observatorio Sirio de Derechos Humanos”, reporta el diario El País.
Analicemos aquí por qué esta disparidad en la información y por qué las acusaciones cruzadas, pero sobre todo el ánimo que Siria denuncia, de que Occidente a la fuerza quiere demonizar a los que luchan contra el terrorismo, cuando -dice el mandatario Al-Asad-, son ellos los occidentales, la coalición liderada por EE.UU, los que apoyan a los terroristas.
“Simplemente podemos decir que esta coalición es la fuerza aérea del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) y nadie puede condenar sus acciones, ellos controlan todas las organizaciones internacionales y pueden evitar cualquier medida frente a los bombardeos que realizan contra civiles, en Damasco, Alepo y otras regiones”, apunta el presidente sirio.
Concluye explicando que EE.UU. y Europa lo acusan de perpetrar recientemente ataques con armas químicas, para justificar sus ataques en Siria, ya que Siria entregó todo su arsenal de armas químicas en 2013, entrega verificada por la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ).
https://www.youtube.com/watch?v=TbpPQehKdn0&feature=youtu.be
Comentarios