A todos nos ha pasado que estamos escuchando a un amigo que nos cuenta un problema, y sin querer nos acordamos de algo similar que nos ocurrió en el pasado. Proyectamos a menudo nuestras propias ideas y experiencias en los demás. Esto no tiene nada que ver con la empatía, empatía no es proyectar, de hecho son concurrentes, aunque puedan enriquecerse mutuamente como habilidades, si aprendemos a no usarlas al mismo tiempo ni para todo. Empatía no es escuchar a tu amigo hablando de su jefe, y pensar en tu jefe. Empatía no es pensar en tu amigo que vive en Londres, y sentir tristeza por él, porque tú cuando fuiste a Londres lo pasaste mal. Empatía no es deducir lo que está viviendo una persona, de forma racional ¿Qué diferencias hay entre proyectar y empatizar? La empatía es algo emocional, mientras que las proyecciones son mentales. La empatía consiste en activar las neuronas espejo, las proyecciones se crean deduciendo y asociando ideas abstractas. La empatía consiste en sentir CON el otro, mientras que proyectar es tratar de pensar POR el otro, o pensar en el otro. Ojo, el hecho de que sientas una emoción por alguien cuando le escuchas, no implica que estés conectando emocionalmente con el otro. Puedes estar conectado emocionalmente con tu propio pensamiento, prejuicio o deducción. Por ejemplo, puede que tu amigo te hable de tu jefe y te dé pena, sientas pena real. La pregunta es si la emoción que sientes ha sido originada por una acción del otro, o por tus propios pensamientos. Si uno no confía en sus emociones e intenta usar la lógica para todo, es probable que haya cogido el mal hábito de intentar emplear la habilidad de deducción o la de asociación (métodos lógicos) cuando escucha a otra persona. Este vídeo te ayudará a entender cómo funciona nuestra mente con los hábitos creados, ya sean de comportamiento o incluso de pensamientos o emociones repetidas: https://www.youtube.com/watch?v=yNGXIZS72Zg A no ser que tengas dificultades para empatizar, la mayoría de las personas tienen esa habilidad innata. Se desarrolla conforme la utilizamos, y cuanto más conocemos a la persona con la que empatizamos. También se puede atrofiar la habilidad por falta de uso, pues si cada oportunidad que uno tiene de ejercerla, emplea la proyección, es fácil que se apague. No podrás desarrollar empatía si no la trabajas, si no confías y te dejas guiar por lo que sientes cuando estás delante de otra persona. La diferencia explicada por el famoso experto en Inteligencia Emocional El psicólogo norteamericano Daniel Goleman, tan conocido por haber promovido el concepto de "inteligencia emocional", escribe en su libro Inteligencia Social: “Hay quienes sostienen que cada acto de empatía conlleva una forma sutil de proyección, porque el hecho de sintonizar con alguien provoca en nosotros sentimientos y pensamientos que fácil, aunque erróneamente, solemos atribuirles. El reto consiste en discernir las proyecciones de la auténtica empatía. En la medida que uno sepa diferenciar los sentimientos internos que reflejan los sentimientos del otro de aquellos otros que proceden de su propia historia, puede registrar con más facilidad lo que siente el otro.” (He sustituido la palabra "coach" por uno y la palabra "cliente" por el otro porque Goleman hace referencia a un caso expuesto sobre un terapeuta o coach, pero me interesa analizar este tema aplicado a cualquier conversación interpersonal). Como dice Goleman, en la medida en que dejemos de deducir, podremos empezar a escuchar realmente al otro. Por supuesto que eso no quita que más tarde, tras la conversación, podamos analizar algún aspecto de manera racional, y considerar la analogía, las asociaciones o las deducciones para comprender mejor el mundo. ¿Emociones o razón? No se trata de defender las emociones a ultranza, a costa del razonamiento lógico,
Comentarios
Sincronizar, escuchar, sin emitir juicios, estando plenamente en paz para poder empatizar con los demás. Cuanta falta hace en el entorno familiar. ¡Muy buenos consejos!