"Realicé la travesía para escapar de una persecución política durante el otoño de 1949. Por ello, viví meses en la clandestinidad entre Santiago, Valdivia y la comuna de Futrono, en el lago Huishue, crucé por el paso de Lilpela hacia Argentina montado a caballo; estuve a punto de ahogarme mientras cruzaba el río Curringue.
A mediados de abril llegué de incógnito a París y protegido por varios amigos, entre ellos Picasso, logré regularizar mi situación. Reaparecí públicamente en la sesión de clausura del Primer Congreso del Movimiento Mundial de Partidarios de la Paz y fui nombrado miembro del Consejo Mundial de la Paz. Desde Europa emprendí numerosos viajes junto a mi mujer Delia del Carril: Checoeslovaquia, Unión Soviética, Polonia, Hungría, México, Rumania, India, Italia, Francia, República Democrática Alemana (RDA), Guatemala. En el II Congreso del Movimiento Mundial de Partidarios de la Paz, celebrado en Varsovia en noviembre de 1950, recibí junto con Picasso, Paul Robeson y otros el Premio Internacional de la Paz, otorgado a mi por mi poema "Que despierte el leñador". Más tarde, al volver a Chile, recibí en 1953 el Premio Stalin para la Consolidación de la Paz entre los Pueblos.
Durante mi exilio viví en Capri y Nápoles con mi esposa Matilde Urrutia. Allí recibí la noticia de que ya no era buscado y podía volver a Chile, adonde regresé el 12 de agosto de 1952. Me esperaba mi mujer Delia del Carril y fui recibido con varios actos públicos".
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