Has elegido rechazar las cookies basadas en consentimiento que utilizamos principalmente para gestionar la publicidad. En adelante, para acceder a nuestra web tienes que elegir alguna de las siguientes opciones.
Premium
3,99 €/mes o 39,90 €/año
Sin publicidad y mucho más
Plus
Por 9,99 €/mes
Contenido exclusivo y sin publicidad
Si has cambiado de idea, puedes aceptar las cookies y continuar usando iVoox de forma gratuita.
Con tu consentimiento, nosotros y nuestros 813 socios usamos cookies o tecnologías similares para almacenar, acceder y procesar datos personales, como tus visitas a esta página web, las direcciones IP y los identificadores de cookies. Algunos socios no te piden consentimiento para procesar tus datos y se amparan en su legítimo interés comercial. Puedes retirar tu consentimiento u oponerte al procesamiento de datos según el interés legítimo en cualquier momento haciendo clic en ''Obtener más información'' o en la política de privacidad de esta página web.
Nosotros y nuestros socios hacemos el siguiente tratamiento de datos:
Almacenamiento y acceso a información de geolocalización con propósitos de publicidad dirigida, Almacenamiento y acceso a información de geolocalización para realizar estudios de mercado, Almacenar la información en un dispositivo y/o acceder a ella , Datos de localización geográfica precisa e identificación mediante análisis de dispositivos , Publicidad y contenido personalizados, medición de publicidad y contenido, investigación de audiencia y desarrollo de servicios , Uso de cookies técnicas o de preferencias.
Comentarios
La Verdad es imperecedera y eso es algo que debemos aprender a redescubrir en nuestro interior; interior que a veces maltratamos emborrachándolo de tanta forma y de tanto concepto material, que hasta nos hace, a veces, dudar incluso de lo más importante de ésta vida y es lo más que debe imperar ahora: uno mismo. Uno mismo es lo más importante que existe en ésta vida, aunque a otros les cueste creerlo. Pero no hay que olvidar, es por uno, el hecho y el acto que nos encontremos aquí presentes los actuales; es por uno y de nadie más el estar protagonizando el papel de ésta obra que ahora nos encontramos interpretando. Esta existencia es un continuo ir y venir. Cualquiera, con un poquito de clarividencia, observaría ese constante transitaje de unos planos a otros. Todo lo demás, son valores añadidos, que según aceptemos y participemos, también se nos valorará; pero el valor primordial es la acción de uno mismo. Siendo así, no olvidemos que todo no deja de ser una mera prueba, pendiente de ser superada. E insisto, que la superación o no de ésta y cada una de las pruebas por las que descendemos, solo es responsabilidad de quien la esté realizando, es decir, de uno mismo. Nuestro bregar por desarrollar el entendimiento.