http://es.wikipedia.org/wiki/Alfred_Tomatis
"Biografía
Alfred Tomatis ha consagrado lo esencial de su vida profesional a estudiar los procesos que ligan la escucha al lenguaje. Su padre, Humbert Tomatis, fue cantante profesional, en concreto era "bajo noble" en la ópera de París. Conjugando el amor por el canto y la música, heredados de su familia, con los intereses por la práctica clínica, se llegó a apasionar por las relaciones que existen entre oído y voz.
Desde 1947 comienza unas investigaciones en los dominios de la audiología y la fonología que conducirán a la formulación de un cierto número de leyes que en adelante llevarán el nombre de Efecto Tomatis (comunicado por Mr. Husson en la Academia de ciencias y en la Academia de medicina en 1957). Estos descubrimientos profundizan los estrechos vínculos que existen entre el oído, la voz y el sistema nervioso. Este descubrimiento es la base del método que lleva su nombre y que es aplicado en los Institutos Tomatis por todo el planeta.
El Dr. Tomatis ha demostrado que modificando las facultades auditivas de un sujeto se obtenían transformaciones en el comportamiento y el lenguaje.[4] A tal efecto ha puesto a punto un aparato específico: el Oído Electrónico de precesión.[5] Lo que también supuso el origen de la nueva disciplina que es la Audio-Psico-Fonología.
Alfred Tomatis definió las tres leyes del 'Efecto Tomatis, para «optimizar la capacidad de comunicación de la que dispone cualquiera, dando o volviendo a dar al sujeto, lo más rápidamente posible, su plena autonomía».
Todo comenzó hace unos cincuenta años a partir de la conexión entre dos series de observaciones. Siendo otorrinolaringólogo e hijo de cantante tuvo que trabajar con artistas cuya voz se había roto. En la misma época, dirigía el Laboratorio de acústica de los Arsenales de Aeronáutica. Examinaba a personas que tenían deteriorada la audición al trabajar en los bancos de pruebas de los reactores supersónicos, para posteriormente decidir si se les debía indemnizar. En estas personas notó que bastante a menudo también sufrían una muy clara deformación de la voz.
Se preguntó entonces si la audición dañada no era finalmente la causa de las perturbaciones de la voz, incluso en el caso de los cantantes.
En efecto, un gran tenor llega hasta los 110, 120 e incluso 130 dB. Esto da aproximadamente 150 dB en el cráneo. Ahora bien, un reactor ATAR a nivel del suelo da 132 dB, aunque no con la misma energía y sí con la misma intensidad de salida.
Profundizando sus observaciones, a A. Tomatis le impresionó entonces el paralelismo que existe entre el examen audiométrico de un sujeto y la curva envolvente del análisis espectral de su voz; así, comienza una serie de experimentos sobre las reacciones y contra-reacciones de la audición sobre la emisión vocal.
Para ello utilizó dos montajes:
- el primero permitió visualizar la descomposición armónica de los sonidos emitidos (análisis espectral) mediante un micrófono y un analizador.
- el segundo daba la posibilidad de modificar a placer la audición del sujeto sometido a la experiencia; su voz era captada por un cierto tipo de micrófono[6] pegado a un amplificador cuyas características de respuesta en el nivel de los auriculares que lleva el sujeto son modificables gracias a un juego de filtros (Filtro paso alto / Filtro pasa bajo /Filtro paso banda) que permiten de este modo variar la forma de escucha del sujeto y, por consiguiente, su manera de controlarse.
La extraordinaria importancia de las contra-reacciones que surgían entonces permitió a A.Tomatis afirmar que existe un auténtico circuito cerrado de auto-información cuyo sensor de control, durante la emisión en el nivel de los órganos fonadores, no es otro que el oído, y que toda modificación impuesta a este sensor instantáneamente comporta una modificación considerable del gesto vocal, fácil de descubrir auditiva y visualmente, en todos los casos físicamente controlables por el tubo catódico del analizador.
De este modo, habiendo comprobado que un modo de expresión vocálico propio de un condicionamiento del conjunto del aparato fonatorio exteriorizándose mediante un gesto vocal conocido, responde a una forma de escuchar determinada por un condicionamiento más o menos complejo del conjunto del aparato auditivo, así como también habiendo comprobado que toda modificación en la forma de escuchar engendra un nuevo gesto fonatorio, A.Tomatis transformó el condicionamiento defectuoso por un nuevo condicionamiento calculado sobre la base de una curva de respuesta auditiva ideal (la de un gran profesional de la voz, por ejemplo).
Desde las primeras sesiones, se constata que persiste una remanencia temporal de este nuevo estado; y, al final de un cierto periodo de entrenamiento, deviene permanente.
Para realizar en la práctica este proceso, A.Tomatis puso en marcha un aparato que en adelante vino a llamarse oído electrónico de efecto Tomatis."
http://www.altomtomatis.es/
Comentarios
excelente